Marta Leticia Sierra Morales
En un mundo en el cual la tecnología está presente en todos los aspectos de nuestra vida, el embarazo y nacimiento no son la excepción; día con día vemos con total indiferencia que los procesos naturales y fisiológicos ya no se respetan, es más, las mujeres no se cuestionan si deben o no parir, y eligen la intervención quirúrgica conocida como cesárea para tener a sus bebés.
El personal médico les ha vendido la idea de que este procedimiento es un evento inocuo e indoloro y así las mujeres con total desconocimiento de su sexualidad, de sus derechos y de lo que es mejor para ellas y sus bebés, aceptan sin cuestionar esta intervención y lo que sucede es que el índice de cesáreas en el mundo y principalmente en nuestro país aumenta de una manera alarmante, de tal forma que los lineamientos que ha dado la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1985, donde establece que “En ninguna región del mundo la cesárea debe ser mayor al 15%” no se respeta, al contrario, el índice de cesáreas es mayor que el de nacimientos por parto vaginal.
Al Preguntarles de manera aleatoria a las mexicanas que son madres como nacieron sus bebés, 9 de cada 10 dicen que por cesárea ¿Entonces cual es el índice de cesáreas en México? ¿Es una estrategia de control natal en nuestro país?, desde luego que refleja la escasa educación sexual de las mujeres.
Pero ¿La cesárea es realmente inocua? ¿Qué riesgos presenta para la mamá y el bebé? ¿Qué podemos hacer para prevenir las cesáreas injustificadas?
La Coalición para mejorar los servicios de maternidad (CIMS) formada por 39 organizaciones norteamericanas, entre las que destacan: Lamaze Internacional http://www.lamaze.org, Midwives Alliance of North America http://www.mana.org, Perinatal Education Associates, Inc. http://www.birthsource.com Childbirth and Postpartum Professional Associaton http://www.cappa.net/ dicen lo siguiente:
“Cada año desde 1983 no menos de una por cada cinco mujeres americanas han dado a luz por cirugía abdominal. Actualmente una de cada cuatro equivalente al 25% tiene una cesárea para el nacimiento de sus bebés y la incidencia para las madres primerizas puede convertirse hasta en una de cada tres. Los estudios muestran que la incidencia de cesáreas puede ser reducida a la mitad. La Organización Mundial de la Salud recomienda no más del 15%. Con un millón de mujeres que les ejecutan cesárea cada año, representan de 400 mil a 500 mil que fueron innecesarias.
Ninguna evidencia sostiene la idea que la cesárea es tan segura como el parto vaginal, tanto para la madre como para el bebé. Por lo tanto existe un incremento de riesgo en la salud y el bienestar del bebé y de la madre en el posparto por los nacimientos por cesárea.
Las mujeres corren un riesgo de cinco a siete veces mayor con una cesárea en comparación a un parto vaginal. Las complicaciones durante y después de la cirugía representan lesión a la vejiga, útero y vasos sanguíneos (2 por 100), hemorragias (de una a seis mujeres requiere transfusión sanguínea), accidentes anestésicos, coágulos en miembros inferiores (6 a 20 por mil), embolismo pulmonar (1 a 2 por mil), intestino paralizado (10 a 20/100 ligero, 1/100 severo) e infecciones (arriba de 50 veces el más común).
Una de diez mujeres reportan dificultades con actividades normales dos meses después del nacimiento y una de cuatro reportan dolor en el sitio de la incisión como un problema mayor. Nueve de cada 14 aún reportan dolor en la incisión seis meses o más después del nacimiento de sus bebés. Existe el doble de posibilidades de ser re-hospitalizada después de una cesárea que de un parto vaginal.
Como es de esperarse en todas las cirugías abdominales, la zona de cicatrización interna puede causar dolor pélvico, dolor a las relaciones sexuales y problemas intestinales.
Las consecuencias reproductivas comparadas con el nacimiento vaginal incluyen incremento de la infertilidad, pérdidas fetales, placenta previa, desprendimiento de placenta y partos prematuros. Aún en mujeres que planean una segunda cesárea, la ruptura uterina ocurre con una frecuencia de 1 por 500 a razón de 1 por 10,000 en mujeres sin cicatriz previa”.
–
Riesgos de la cesárea para el bebé.
“Especialmente con las cesáreas programadas, algunos bebés serán extraídos inadvertidamente en forma prematura. De cualquier manera los bebés nacen impropiamente antes del momento de estar listos y pueden presentar problemas respiratorios o alimenticios. Uno o dos bebés por cien podrán ser lesionados por el bisturí durante la cirugía.
Estudios comparativos entre cesáreas programadas y cesáreas por motivos no inherentes al bebé, con nacimientos por vía vaginal, han encontrado que un 50% de los valores de Apgar son más bajos y requieren unas cinco veces más asistencia respiratoria y son admitidos cinco veces con más frecuencia a cuidados intermedios o intensivos.
Los niños que han nacido por una cesárea programada, pueden desarrollar cuatro veces más hipertensión pulmonar persistente, comparados con bebés nacidos vaginalmente. La hipertensión pulmonar persistente es una amenaza para la vida.
Con el nacimiento por cesárea es más difícil para las madres formar vínculo con el bebé, ya que puede ser que las madres sean menos propensas a abrazar o amamantar al bebé, o por tener habitación compartida, debido a las dificultades del cuidado para el infante, en el proceso de recuperación de una cirugía mayor.
Los bebés tienen menos posibilidades de ser amamantados. Las consecuencias adversas para la salud por la alimentación con fórmula son numerosas y pueden ser severas”.
Para información complementaria de estos datos y sus referencias u otras publicaciones de la Coalición para Mejorar los servicios de Maternidad, visite el sitio http://www.motherfriendly.org
Cesárea Segura, Lineamiento Técnico; Secretaría de Salud de México (2002).
–
“La resolución quirúrgica de los eventos obstétricos a través de la operación cesárea constituye uno de los avances más importantes en la medicina perinatal contemporánea y ha tenido indiscutiblemente un impacto extraordinario en la disminución de la mortalidad materna y perinatal. Los aportes científicos y tecnológicos que ocurrieron en el siglo XX, permitieron la introducción de técnicas quirúrgicas con asepsia y anestesia confiables y de métodos sofisticados para la detección temprana del sufrimiento fetal agudo y crónico, contribuyeron en forma por lo demás importante al incremento en el uso de la operación cesárea que se observó en la década de los años sesenta en todos los países alrededor del mundo.
Sin embargo, en la época reciente ha ocurrido un aumento considerable en la práctica innecesaria de la operación cesárea, que ciertamente no es inocua y conlleva riesgos inherentes, quirúrgicos y anestésicos, con lo que ésta técnica operatoria pierde su enorme efecto benéfico de salvar vidas de madres y recién nacidos cuando está bien indicada. El incremento tan notable en nuestro país en el número de cesáreas sin indicación justificada, en las instituciones de sector público y privado, ha sido motivo de preocupación para el Sistema Nacional de Salud, por lo que la Secretaría de Salud, la Federación y la Asociación Mexicana de Ginecología y Obstetricia y la Asociación Mexicana de Obstetricia y Ginecología Infanto Juvenil, han unido esfuerzos para implementar estrategias tendientes a su disminución.
El presente Lineamiento Técnico para la Cesárea Segura elaborado por un grupo de expertos y especialistas mexicanos, constituirá un valioso recurso de apoyo para la capacitación permanente del personal médico de las instituciones que brindan atención obstétrica y contribuirá a incrementar la calidad de los servicios de salud”.
–
Indicaciones para la operación cesárea.
La indicación para realizar una cesárea puede ser por causas maternas, fetales o mixtas.
I) Causas maternas.
Distocia de partes óseas (desproporción cefalopélvica): por Estrechez pélvica, Pelvis asimétrica o Tumores óseos
Distocia de partes blandas: Malformaciones congénitas.
-Tumores del cuerpo o segmento uterino, cérvix, vagina y vulva que obstruyen el conducto del parto.
-Cirugía previa del segmento y/o cuerpo uterino, incluyendo operaciones cesáreas previas.
– Cirugía previa del cérvix, vagina y vulva que interfiere con el progreso adecuado del trabajo del parto.
Distocia de la contracción: hemorragia (placenta previa o desprendimiento prematuro de la placenta normo inserta).
-Patología materna incluye nefropatías, cardiopatías, hipertensión arterial o diabetes mellitus, etc.
II) Causas Fetales
– Macrosomía fetal que condiciona desproporción cefalopélvica.
-Alteraciones de la situación fetal, presentación o actitud fetal.
-Prolapso de cordón umbilical
-Sufrimiento fetal
-Malformaciones fetales incompatibles con el parto
-Embarazo prolongado con contraindicación para el parto vaginal
-Cesárea posmortem
C) Causas Mixtas
-Síndrome de desproporción cefalopélvica
-Preeclampsia/eclampsia
-Embarazo múltiple
-Infección amniótica
-Isoinmunización materno-fetal
–
Cesárea previa
La práctica del parto vaginal en casos seleccionados de pacientes con cesárea previa es cada vez más frecuente. El propósito de esta conducta es evitar los posibles riesgos a la operación cesárea, sin embargo el concepto clásico de “una vez cesárea, siempre cesárea” ha prevalecido en el ámbito médico, por lo que esta condición representa una de las principales indicaciones de esta operación.
De acuerdo a estudios de investigación reciente, la estrategia de permitir un parto vaginal a pacientes con cesárea previa bajo condiciones controladas, logra un incremento en los nacimientos por vía vaginal sin complicaciones.
Se decidirá permitir un parto vaginal en mujeres con cesárea previa, únicamente en unidades de segundo o tercer nivel de atención con personal capacitado para resolver cualquier complicación.
–
Complicaciones de la operación cesárea
a) Transoperatorias (estas complicaciones pueden ocurrir en la madre, el feto o en ambos):
-Complicaciones maternas: Hipotonía o atonía uterina, hemorragia, lesiones del intestino delgado o grueso, vejiga, así como tromboembolismo del líquido amniótico y prolongación de la histerorrafia que puede desgarrar o lacerar las arterias uterinas.
La anestesia puede condicionar en la madre complicaciones respiratorias: hipoventilación, depresión respiratoria, edema laríngeo, broncoaspiración, broncoconstricción, paro respiratorio, absorción masiva de anestesia.
Complicaciones cardiovasculares: hipertensión, taquicardia, bradicardia, arritmia, insuficiencia cardiaca y paro cardiaco.
Complicaciones fetales: Traumatismos, broncoaspiración, depresión respiratoria.
b) Complicaciones Postoperatorias
Complicaciones maternas inmediatas: Hipotonía uterina, hemorragias, hematomas, lesiones en vejiga, uréter, intestino e íleon paralítico.
-Mediatas: Infección puerperal, urinaria, respiratoria, anemia, hemorragia por retención de restos placentarios, dehiscencia de la histerrorafia entre otras.
-Tardías: Ruptura uterina en embarazos subsecuentes y procesos adherencias.
Complicaciones Neonatales: Taquipnea transitoria del recién nacido y síndrome de adaptación pulmonar.
–
Estrategias para la reducción de la frecuencia de cesáreas en el Sistema Nacional de Salud
En nuestro país en los últimos años, el número de operaciones cesáreas ha tenido una tendencia creciente dentro de las instituciones del sector público y particularmente del sector privado, lo que obligó a establecer estrategias puntuales que contribuyen, a disminuir la frecuencia de la operación cuando no está debidamente indicada e implementar un sistema de vigilancia y seguimiento de la cesárea con cobertura nacional para:
– La vigilancia del indicador hospitalario del número de cesáreas en relación al número de nacimientos.
– La capacitación permanente del equipo de salud sobre las indicaciones de la operación cesárea.
– El establecimiento de estrategias en las unidades de salud.
– La Investigación constante.
–
– Acciones de información, educación y comunicación en salud perinatal
Consisten en realizar sesiones educativas dirigidas a las embarazadas y al público en general, para desalentar falsas expectativas ante la operación cesárea, basadas en ideas relacionadas con evitar el dolor del trabajo de parto o para conservar la estética corporal.
Estas sesiones educativas deben incluir información sobre los cambios que ocurren durante la gestación, los signos y síntomas de alarma, etapas del trabajo de parto que incluyen las contracciones breves o pródromos, sobre todo en mujeres primíparas. Un aspecto muy relevante es el de informar de los beneficios del uso de la operación cesárea, cuando está correctamente indicada y sobre los riesgos anestésicos y quirúrgicos cuando se practica innecesariamente.
–
Prevención de cesáreas innecesarias.
Para que las mujeres tengan un embarazo y un parto saludable y gratificante, así como prevenir la realización de cesáreas innecesarias es inevitable una educación sexual adecuada en las diferentes etapas de su vida. Existen experiencias y conocimientos que solamente a las mujeres nos corresponde transmitir, porque pertenecen a los aspectos más íntimos de nuestra sexualidad.
La educación sexual debe comenzar en una etapa temprana, en casa, en donde la madre habla con sus hijas e hijos sobre la menstruación, el significado de las relaciones sexuales, el nacimiento de los hijos y la lactancia. Hablarles de manera positiva de estas etapas de la vida tan importantes, con un lenguaje limpio que deje de transmitir mensajes e ideas que deterioran la autoestima de las niñas y que influyen negativamente en el desarrollo de una sana sexualidad y de toda la personalidad.
Si estás embarazada toma en cuenta las siguientes indicaciones para prevenir los riesgos que implican las cesáreas prescindibles, tanto para la madre como para el bebé:
1.- Prepárate, infórmate, asiste a cursos de educación perinatal y lee sobre los aspectos relacionados con el embarazo, trabajo de parto y parto.
2.- Confía en la sabiduría de tu cuerpo, piensa que así como lograste el embarazo, tu cuerpo sabe que hacer para que el bebé pueda nacer.
3.- Nútrete adecuadamente, haz ejercicio suave diariamente durante 30 minutos, así como ejercicios de relajación y mantén una actitud positiva.
4.- Elige a un proveedor de salud que haga equipo contigo, que realmente quiera apoyarte a parir.
5.- Si el proveedor de salud comienza a hablarte de cesárea, busca otras opiniones, hasta encontrar a la persona que desee trabajar contigo para un parto.
6.- Realiza un plan de parto y comunícaselo al médico.
7.- Permite que el trabajo de parto inicie por si mismo, la duración del embarazo es de 38 a 42 semanas; si no existe ninguna indicación médica, no se justifica la inducción del trabajo de parto.
8.- Durante el trabajo de parto toma líquidos y come alimentos de fácil digestión, como yogurth con gelatina, pollo a la plancha con verduras cocidas, caldo de pollo con arroz o pasta. El útero necesita energía para poderse contraer.
9.- Alterna el movimiento con el descanso, en cada contracción relájate y respira profundamente; trabaja con cada contracción a la vez.
10.- Las posturas verticales favorecen el progreso del trabajo de parto, camina y efectúa movimientos de vaivén durante las contracciones.
11.- Cambia de postura regularmente.
12.- Lleva a cabo el trabajo de parto en un lugar en el que te sientas segura y acompañada por personas que te apoyen.
13.- Durante el trabajo de parto realiza actividades que te gusten y entretengan.
14.- Si te sientes cansada, descansa recostada de lado o semi-sentada apoyada en cojines.
15.- Cuando la intensidad de las contracciones se incrementen, permanece sentada en la regadera bajo el chorro de agua caliente.
16.- Acude a la clínica hasta que estés en la fase activa del trabajo de parto.
17.- Utiliza estrategias no farmacológicas para el manejo de las molestias que te ocasionen las contracciones.
18.- No te acuestes boca arriba porque las contracciones se perciben mucho más intensas y no permiten el avance de la dilatación y el adelgazamiento del cérvix.
19.- Revisa los lineamientos de la OMS para la Atención del Parto y habla de ellos durante la consulta con el médico, tienes el derecho de tomar decisiones con la información adecuada.
Cuando te hablen de cualquier intervención pregunta cuales son los riesgos y beneficios para ti y tu bebé y sobre otras alternativas.
20.- En la clínica evita cualquier intervención que no sea médicamente necesaria.
Desde una venoclísis hasta medicamentos para acelerar el trabajo de parto. Una intervención médica dará como consecuencia una cascada de intervenciones hasta ocasionar que el bebé presente sufrimiento fetal como resultado de la iatrogenia (daño ocasionado por la administración de medicamentos o procedimientos) y será necesaria una cesárea para sacar a un bebé que está sufriendo.
Dale la mejor bienvenida a tu hijo/a a este mundo, como padres preparados e informados para tomar decisiones de forma consciente, que trasciendan positivamente en la salud física y psíquica de la mamá y el bebé.
–
Más información Cesáreasegura , “Lineamiento técnico”: http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/DOCSAL7101.pdf.
(30 de marzo del 2012)
Debe estar conectado para enviar un comentario.