Nicolás y el hada
Fabiola Ortiz Suárez
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Nicolás tiene una abuela que le cuenta historias fantásticas. En ellas existen seres extraños, mágicos, sobrenaturales. Cada noche, la abuela cuenta una nueva y Nicolás cierra los ojos. Imagina y sueña con hadas, con duendes, sueña con las estrellas.
Nicolás estaba siempre en cama a veces triste y muy enfermo. Las historias de la abuela lo mantenían distraído la mayor parte del tiempo.
Su condición empeoró una noche, sin aviso. Tenía fiebre y estaba muy inquieto, hablaba cosas sin sentido, se quejaba del dolor. Su abuela salió a buscar remedios. Tardaría horas en volver, el pueblo estaba lejos.
Nicolás se quedó dormido, soñando con hadas, con duendes y magia…
Poco tiempo después Nicolás despertó. Se sentía mucho mejor, como nunca antes, con mucha energía, se sentía diferente. Decidió que era hora de salir a buscar hadas al bosque.
Salió de su casa tranquilo y caminó por largo rato. Cada vez se internaba más en el bosque. De pronto escuchó ruidos. Se quedó inmóvil por un rato y de pronto, salió de entre los árboles una pequeña hada. Nicolás se acercó a ella y empezaron a jugar por el bosque hasta que anocheció.
La abuela no tardaría en regresar. Nicolás se despidió, algo triste por cierto… es tan difícil encontrar amigos en estos días!
Nicolás emprendió el camino de regreso a casa, despacio. El hada lo alcanzó rápidamente, lo miró a los ojos… le ofreció un par de alas.
Nicolás titubeó por un momento y después las aceptó. Juntos volaron entre las estrellas por largo rato.
Horas más tarde, llegaba la abuela. Nicolás estaba en su cama. La abuela lo llamó varias veces.
Nicolás no despertó.
Se quedo con el hada en las estrellas.
Cuento e ilustración de Fabiola Ortiz Suárez, de la Exposición Leyendo Gráfica, estampas de tres grabadores hidalguenses, realizada durante diciembre 2009/enero 2010 en el Lobby de la Biblioteca.
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